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Pequeño texto extraido de las pelas informativas de Junio de 2007 de Pascual Serrano:

"En El País del día 1 de junio leo la noticia referente a un inmigrante “sin papeles” que resultó herido grave mientras trabajaba en la rehabilitación de la sede del PP de Madrid. El obrero no tenía contrato, no ha cobrado indemnización y ahora no tiene ni trabajo ni asistencia médica. El PP ha precisado que no trabajaba directamente para el partido sino para una subcontrata. Es evidente, que si no pueden -o no quieren- garantizar el cumplimiento de la legalidad en los trabajos que se desarrollan en su sede, menos aún lo harán en todo el país si gobernasen."
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Imagina lo siguiente:

1. Usando un pseudónimo, Ramón publica un comentario ofensivo sobre sí mismo en tu blog.
2. A continuación Ramón te demanda por violación de su derecho al honor.
3. Un juez que no conoce ni entiende Internet te condena a pagarle 1 millón de pesetas a Ramón, a pesar de que tú te apresuraste a borrar el comentario en cuestión.
4. Ramón repite el proceso con el siguiente blog, hasta conseguir acabar con toda la blogosfera. ¿Qué te parece? ¿Maquiavélico? ¿Escalofriante? Pues ese es el futuro que nos puede aguardar a los bloggers si Ramoncín/SGAE ganan la demanda que han interpuesto a la página alasbarricadas.org.
Primero lo intentaron colando el artículo 17bis en la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información. Ahora quieren sentar precedentes en los que los administradores de las webs sean responsables de los comentarios de los visitantes. Si queremos conservar la libertad de expresión en Internet, el momento de reaccionar es ahora:
• Usa tu blog para dar a conocer el problema
• Contribuye a los gastos legales de alasbarricadas.org. Ingresa unos euros en la cuenta de la Asociació per la Comunicació Horitzontal (Caixa de Terrassa: 2074 0069 11 3180125057)
• Contraataca: recuérdale a todo el mundo que la LPI reconoce el derecho a copia privada, por lo que descargar música y películas de Internet es legal.
• Apoya a los grupos que hacen música libre, y no compres discos ni acudas a conciertos de grupos de la SGAE.
• Usa tu imaginación, seguro que se te ocurren muchas más ideas.